La revolución digital es una realidad ante la que ningún sector puede permanecer indiferente. Llegar a clientes estableciendo relaciones duraderas con ellos es fundamental, por lo que actualmente, adaptarse al entorno digital es básico. Se debe estar en todos y cada uno de los canales en los que se desenvuelve el público objetivo y saber cómo se comporta en cada uno de ellos.
La mayoría de las empresas de servicios financieros son plenamente conscientes de la importancia que supone adaptarse al entorno digital. Comprenden que la digitalización debe ser una parte esencial de su negocio, sin embargo, les resulta difícil innovar aunque saben que necesitan mejorar sus habilidades para seguir las tendencias. Y ya no sólo con la intención de alcanzar a su público objetivo, sino que, no deben olvidar que actualmente es vital entender el impacto que esta tendencia tiene en sus modelos empresariales. Renovarse o morir, está en sus manos.
La banca tradicional sufre una fuerte presión. La transición de la era industrial a la digital se ha visto impulsada por el rápido aumento de la banca online y pagos (iniciativas como Google Wallet o Apple Pay que compiten con los bancos por las operaciones de pago en comercios). Dicho aumento, permite a las instituciones competir de manera más eficaz al mismo tiempo que proporciona un nuevo canal para establecer relaciones con los clientes. Deja latente el profundo cambio estructural que podría acabar con la banca tradicional si no decide hacer algo al respecto.
La tecnología y el Big Data están cambiando el mundo de manera inimaginable a una industria obsesionada en los números y que, sin embargo, ha sido muy lenta sumándose a la poderosa revolución digital.
El cambio ya está aquí y surge una generación de empresas llamadas Fintech. Este tipo de empresas están dedicadas a los servicios financieros utilizando las últimas tecnologías para construir productos y servicios pioneros e innovadores en la industria financiera. Transferencias de dinero, banca móvil, financiación y créditos, préstamos para inversores particulares, asesoramiento de capital, etc. Gracias a los costes mínimos, grandes ventajas tecnológicas e Internet como canal de distribución, las Fintech suponen una amenaza al modelo clásico. El potencial de las Fintech no la pueden negar los bancos tradicionales, sin embargo, su complejidad de desarrollo les impide la imitación rápida.
En EEUU y en Reino Unido esta nueva tendencia de servicios financieros experimenta un fuerte crecimiento suponiendo un 200% respecto al año 2013. En menos de una década es probable que este tipo de servicios financieros se convierta en una de las industrias más sólidas. En España comienza a asentarse, pero ¿realmente está nuestro sector financiero preparado para la llegada de las Fintech?
Las mayores ventajas que ofrece la digitalización del sector financiero son la posibilidad de realizar procesos y gestiones de manera más eficiente y el ahorro de tiempo. Además, podemos destacar otros dos factores importantes. Por un lado, las plataformas online permiten alcanzar un público más amplio y, además, gracias a la inmediatez de Internet se permite al usuario realizar cualquier operación o consulta en el momento que desee, sin horarios ni ataduras tradicionales. Por otro lado, ya no sólo existe la posibilidad de llegar a un público más amplio sino que este dispone de un abanico de productos superior al que estaba acostumbrado. Ahora incluso es posible la oferta de productos que anteriormente eran exclusivos de bancos privados.
No debemos obviar que tradicionalmente el sector financiero ha tardado en subirse a la tendencia digital. Su digitalización unas veces se ha visto ralentizada por las estrictas regulaciones y otras por la falta de profesionales con experiencia en el entorno digital.
A pesar de ello, los proveedores financieros tienen previsto aumentar la inversión destinada a canales digitales. En 2014, en España el 44% de la población ha sido usuaria de la banca digital, dato que en el 2015 se espera que aumente notablemente. Choca con ello, sin embargo, que la industria financiera esté muy rezagada en la adopción de herramientas como redes sociales para aumentar su notoriedad e imagen de marca.
Según la encuesta realizada por GFT (líder en soluciones de Tecnología e Información Innovadoras) a expertos del sector financiero, sabemos que en España el 48% de los bancos tardará entre tres y cinco años en optimizar su estrategia de digitalización mientras que el 36% espera conseguirlo tan sólo en uno o dos años. ¿Lo conseguirán?
No podríamos concluir de mejor manera que mencionando la declaración de Marc Andreessen, cofundador de la empresa Netscape Communications Corporation: “El software se está comiendo el mundo”, eso está claro y, además, como bien añadió el fundador de Virgin Group, Richard Brandson, “los servicios financieros no son una excepción”.
Marina Espigares Rooney
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